Estoy acá, frente a un gran ventanal que me entrega sol y luz, con tono verdoso, porque del otro lado el patio es hermoso. Las hojas forman un marco alrededor de mis ojos y la gente comienza a llegar. Fui una de las primeras porque vivo cerca y tengo suerte por eso.
Comienzan a encender las máquinas y todo lo que significa este lugar. Me gusta venir solo por el patio, porque me inspiro y me llena de sensaciones. No me gusta ver a las personas que están peor o en la misma línea que yo, pero somos muchos y nos estamos conociendo.
Mi rutina cambió, aunque solo son dos días a la semana. No cambió tanto todo, cambió todo lo que elegí que así sea.
Hoy conocí a Julián, escritor por placer como yo. Los dos trajimos un libro nuevo para comenzar; él eligió una novela romántica y yo uno de suspenso, obvio. Nos concentramos en la lectura y nada más. Una parte del día terminó ahí, la otra parte nos espera afuera.
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Mente fértil gc